El primer ministro israelí Ariel Sharón, en coma, ha cumplido 78 años de edad, rodeado de sus hijos y sus colaboradores en el Hospital Hadassah Ein Keren, de Jerusalem, lejos de la campaña electoral a un mes para los comicios generales del 28 de marzo en Israel, según las Agencias Judía de Noticias (AJN) y Efe, que reproduce el periódico digital ITON GADOL.
”Lloro porque se nos va...Este es el cumpleaños más triste entre todos en los que participé', dijo a los periodistas Clara Murdowsky con un ramo de amapolas rojas -las que anuncian la primavera- entre sus manos”.
'No sé dónde depositarlas', agregó la mujer sin moverse de su lugar, apoyada en un bastón, delante de la sala de urgencias.
Tras la primera operación para detenerle la hemorragia y eliminar la presión dentro de la caja craneal, que ponía en peligro su vida, los neurocirujanos Félix Umansky y José Cohen, de origen argentino, tuvieron que someterlo a una segunda intervención similar de un total de siete que le practicaron.
”El mayor peligro mientras pasan los días es que el primer ministro Sharón no despierte de su letargo”, advirtió el portavoz del Hadassah, Shlomo Yosef-Mor, al concluir la última operación en el aparato digestivo. Ahora está expuesto a otras complicaciones.
Los médicos que lo intervinieron y le extrajeron un tercio del colon debido a una gangrena ocasionada por falta de irrigación sanguínea, creyeron entonces que Sharón no sobreviviría la intervención.
Por ese motivo fue trasladado a la Sala general de Urgencias, donde es custodiado por decenas de agentes de seguridad, dentro y fuera del edificio hospitalario por donde pasan diariamente miles de enfermos y visitantes israelíes y palestinos de Jerusalem.
Hace algunas semanas reaccionó por primera vez moviendo un brazo y una pierna al recibir estímulos que le causaban dolor. Sus médicos decían que era un buen síntoma, y aconsejaban “tener paciencia y esperar pues a veces tardan meses en despertar de este estado”.
Poco después, uno de sus familiares, informó de que le había visto levantar un párpado, pero lo que tal vez fue un espejismo. No se repitió y los médicos le restaron importancia.
Según especialistas de otros hospitales, el estado de coma en que sigue hoy Sharón, quien respira con asistencia mecánica, es quizá irreversible después de 45 días, y esto debido a los daños que habrían sufrido algunos centros cerebrales durante las operaciones para detenerle las hemorragias y reducir la presión en el cráneo.
Ariel Sharon pasará a la historia moderna de Israel como un hombre de estado, comprometido con su pueblo, donde pesan más sus aciertos que errores. Un militar y político al servicio de la nación hasta las últimas consecuencias.
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