Los cibernautas de todo el mundo podrán ver por Internet una versión digitalizada de los Rollos del Mar Muerto, que incluyen los textos más antiguos en lengua hebrea, según han anunciado, recientementemente las autoridades israelíes.
El proyecto de gran envergadura fue iniciado por científicos que usan tecnología espacial estadounidense para fotografiar los documentos de varios siglos de antigüedad, según señala en su edición digital el departamento de Hagshama de la Organización Sionista Mundial (WIZO), con sede en Jerusalem (Israel).
La Oficina de Antigüedades de Israel precisó que se están usando cámaras de alta tecnología que recurren a la fotografía infrarroja para revelar secciones de los pergaminos de 2 000 años que se han marchitado tanto con el paso del tiempo que se han vuelto indescifrables.
El proyecto podría tomar aproximadamente cinco años en concretarse. La meta es hacer accesibles los pergaminos a los científicos y la ciudadanía general, declaró la funcionaria de la oficina de antigüedades Pnina Shor.
"Ahora los pergaminos estarán por primera vez tan cerca como un clic de la computadora'', añadió la funcionaria, quien dirige el departamento de la oficina responsable de conservación. "Esto asegurará que los pergaminos se conserven durante otros 2.000 años''.
Desde hace años los expertos se han quejado de que sólo un número pequeño de estudiosos ha recibido permiso para estudiar los pergaminos y los miles de fragmentos que se encontraron en cuevas cerca del Mar Muerto a fines de la década de 1940.
En años recientes se dieron pasos para permitir un acceso más amplio, pero muchos de los resultados todavía no se han identificado ni categorizado apropiadamente.
Para proteger los pergaminos, añadió Shor, las nuevas imágenes se harán en un sitio que minimice su exposición a la luz normal.
La oficina dijo que un proyecto experimental empezó el miércoles pasado y que cuando acabe, será posible determinar cuánto tiempo tomará para digitalizar los miles de fragmentos de aproximadamente 900 documentos separados. Shor señaló que se requerirán cinco años de trabajo.
La conexión de los científicos con la agencia espacial estadounidense fue gracias a Greg Bearman, quien se jubiló recientemente como científico principal del Laboratorio de Motores de Propulsión a Chorro de la NASA (EE.UU).